Cena maridaje en el restaurante Living Vigo

Hace ya algún tiempo que teníamos ganas de hablar del restaurante Living Vigo, en la zona de Traviesas, y ayer noche tuvimos la excusa ideal para poder hacerlo. El motivo, una cena maridaje con platos diseñados para la ocasión y la variedad de vinos de la bodega Ponte da Boga, de la D.O. Ribeira Sacra.

El Living se ha ganado a pulso un lugar privilegiado entre los restaurantes de mayor calidad de Vigo, este mismo año han cambiado su ubicación a la calle Zamora, muy cerquita de donde estaban. Con el mismo estilo de decoración única y especial que nos dice mucho de la personalidad de sus creadores Yolanda Díez y Carlos Gea.

Para la noche de ayer crearon cinco platos que son el reflejo del nivel gastronómico del restaurante. Una combinación de creatividad y eficacia que está al alcance de muy pocos. A la atmósfera cálida y sutil del restaurante se unió una puesta en escena deliciosa, con unas mesas perfectamente dispuestas para la ocasión.

Quienes tuvimos la suerte de poder disfrutar de la cena de ayer nos sorprendimos en el comienzo con un montado de navajas con sabayón de laurel e ibérico, maridado con albariño. Un entrante muy logrado por su suavidad y sabor.

A continuación seguimos con un taco de pulpo de Cambados con emulsión de pimentón y alga wakame, toque de tradición y un punto de imaginación del chef. Maridado con godello para que nos termine de chiflar.

Las setas y el huevo son socios ideales. Una vez más se confirmó en el siguiente plato que nos sirvieron. Huevo a baja temperatura con espuma de patata, setas de temporada y alcachofas. Sencillez mezclada con técnica para un resultado espectacular, maridado con tinto Ribeira Sacra.

Como los platos fluían con naturalidad, nos resultó precioso ver el siguiente en la mesa, un abanico de cerdo Ibérico con chutney de mango y puré de boniato. ¿Cómo se puede ser tan delicado y a la vez contundente en la cocina? Con talento y trabajo se consigue, platos redondos que nos hacen recordar porque nos fascina la buena gastronomía, maridado con Bancales olvidados de Ponte da Boga.

Y aunque el cuerpo humano tiene un límite, al final nadie dejó de liquidar el último plato, que fue un mantou de carrilleras de ternera con teriyaki y jengibre. Otro guiño a nuestra cocina tradicional, para no olvidarla nunca, para que este siempre presente, porque las carrilleras eran las de toda la vida, tiernas y deliciosas. El plato en su conjunto fue otro acierto más, maridado con Porto de Lobos.

Y ya pasó la noche de ayer, algunos la recordaremos durante mucho tiempo, pero el restaurante Living nos ofrece días y noches como esa continuamente. El chef Carlos Gea en la cocina y Yolanda Díez en sala, junto con todo su equipazo de gente guapa y maja nos seguirán regalando momentos perfectos. Para estar entre amigos, para hacer de cualquier almuerzo de semana algo especial. Para convertir una noche de cena en el plan perfecto.