la mar salada, Vigo

La Mar Salada Vigo es una combinación de eficacia y sencillez plasmada en un restaurante. El concepto claro y lúcido de la cocina gallega marinera, con una puesta en escena cuidadísima en un local muy agradable en el centro de Vigo, junto a la Alameda, en la clásica calle García Olloqui. Y un gran restaurante tiene siempre sus especialidades, en la Mar Salada son los pescados al horno. La carta del restaurante es breve, pero intensa, repleta de productos de extrema calidad que llega a la mesa en forma espectacular. Los pescados salvajes de las rías gallegas se preparan al horno, como la Lubina, el Coruxo o el Sargo, siempre en piezas de un calibre superior, aunque frecuentemente suelen tener piezas para compartir entre dos o tres comensales.

En La Mar Salada se cocina con la base del estilo tradicional gallego, aunque se percibe un toque de imaginación y delicadeza muy personales, un giro de matices que se reflejan en la carta y en las sugerencias que están condicionadas a las sorpresas que ofrece el mercado diario.

Es un restaurante de los que tienen alma, y la pone su inventor, el carismático Leopoldo Varela, Pol, para sus clientes y amigos, un hombre tocado por el don de ser buen anfitrión.

 

Estas son algunas de las especialidades de la casa :

 

-Zamburiñas La Mar Salada.

-Jamón a feira.

-Samosas de verduritas.

-Boliños de bacalao.

-Croquetas de mejillón con chorizo.

-Ensalada de Burrata.

-Steak tartar de solomillo de vaca con aliño especial de la casa.

-Salteado de boletus Edulis con huevo y trufa negra.

-Sargo al horno.

-Lubina al horno.

-Coruxo al horno.

-Bacalao al Pil Pil.

-Arroz cremoso  de rape y carabineros.

-Solomillo de vaca.

 

Mucha atención a como se acompañan los pescados al horno, esas patatas panadera merecen una mención aparte. Los fueras de carta siempre nos despiertan el interés, como un arroz negro de choco, o platos algo más urbanos y vanguardistas como el tataki de ternera o las gyozas de pato con foie.

La selección de vinos es otra de los grandes alicientes en la carta, una bodega donde reinan los blancos gallegos, esas D.O. que tan bien se relacionan con la gastronomía clásica gallega.